martes, 24 de marzo de 2015

Viajar libre





"Nada te hace aprender más que la amistad de un lugar que no es el tuyo."

Qué mágico es viajar!  Cuántas cosas nos aporta viajar, tantas que no somos capaces de asimilar todo aquello que nos ofrece el destino que elegimos para escapar de la rutina, una escapada tan necesitada que intentamos exprimirla al 200 por cien de nuestra capacidad que acaba convirtiéndose  un estrés agridulce.

Una vez se tiene elegido el destino que se quiere visitar hay que ver que ofrece dicha ciudad para disfrutar y te informas vía internet o guías turísticas  de todo aquello que parece interesante dedicarle un tiempo, cuadras tu instancia de tal manera que puedas ver lo máximo posible. Una planificación tan tupida de cosas nuevas que, acostumbrado al ritmo rutinario del resto del año, a tú celebro no le da tiempo a disfrutar 100% de esa escapada tan deseada, suerte que hay videocámaras/cámaras de fotografías que te ayudan a recordar aquello que tu memoria borra por exceso de información. Y es que las guías no recomiendan sentarte en una plaza y pasar toda una tarde  tomándote un refresco y tratar de entablar una conversación con alguien autóctono o preguntar a los demás huéspedes del sitio donde descansas si desean pasar una tarde juntos olvidándose así de cualquier planificación.

Para mí lo mejor de viajar no es ver sitios nuevos, ampliar conocimientos históricos del lugar, comparar con lo que ofrece tu ciudad...y que es lo realmente bueno os preguntaréis si lo dicho es bueno...pues socializarse con gente diferente, llegar a sacar una amistad  y poder darle la oportunidad que conozca tu ciudad. Nada te hace aprender más que la amistad de un lugar que no es el tuyo. En mis últimas escapadas vacacionales he salido de mi casa con la maleta/mochila, el billete y un lugar donde dormir, eso es todo. Todo lo demás me lo ha dado el mismo lugar una vez me encontrado allí sin saber nada más, y realmente estoy tan agradecido de haber aprendido a viajar de esta manera que el haberme perdido la visita de un lugar súper característico no me hace arrepentirme de esas cervezas en una plaza toda una tarde como si en el bar de abajo de tu casa se tratase pero con una gran diferencia, gente nueva que jamás hubiera compartido tanta risa sin ese momento. Me he pasado 4 días de fiesta nocturna en ciudades llenas de edificios emblemáticos que desconozco pero que puedo ir a visitarlos cuando quiera gracias a la amistad que conseguí con unas copas de más.

Los sitios turísticos por lo general, perduran en la ciudad, las oportunidades para conocer a alguien son precisos y espontáneos.