"Deja que la locura deje en
segundo plano la cordura,
pero jamás dejes que la locura
domine la cordura"
Hacer "el cabra" nos hace tan
felices... no importa si estás solo, acompañado de un amigo o de un
desconocido, la locura no tiene ojos. Pasamos tanto tiempo distraídos con
nuestras obligaciones que se nos olvida lo salvajemente felices que somos
haciendo el idiota.
Necesitamos aires frescos que
nos hagan soltar ese punto de locura que llevamos intrínsecos, demostrarnos más
a menudo que sabemos liberarnos en nuestra plenitud sin que importe nuestra
imagen, olvidarnos de ser tan políticamente correctos por unos instantes. Para
ello es importante encontrar el lugar o lugares que nos inciten a sacar esta
locura sana ya que, donde solemos vivir nuestras rutinas y/o en el entorno tan
civilizado que vivimos se nos hace difícil divertirse descontroladamente.
